Caro
Este no es otro post acerca de que el “contenido es el rey”, aunque el guiño es claro. El otro día hablaba con un colega/amigo acerca de cómo una estrategia de contenido eficiente le saca todo lo posible a una sola pieza.
La cosa {debería} funcionar así.
En un escenario súper top, antes de escribir algo deberíamos tener más que planchado lo siguiente:
- Clara estrategia de marca: ¿Qué somos?
- Clara propuesta de valor: ¿Qué ofrecemos?
- Clara audiencia: ¿A quién le vamos a hablar?
- Claro mensaje a comunicar: ¿Qué queremos decir?
- Pilares o temas que soportan ese mensaje: ¿De qué vamos a hablar para respaldar todo lo de arriba?
- Ora sí: Qué contenido vamos a crear
- Estrategia de distribución: ¿Dónde y cómo lo vamos a compartir?
- Evaluación de KPIs: ¿Cómo funciona y qué es un “éxito” según nuestros objetivos?
- Estrategia de reutilización o réplica: ¿Podemos volver a usar el contenido o replicarlo?
Pero la cosa {normalmente} funciona así:
- Contenido
- Distribución del mismo contenido en los canales
- A ver qué pasa
Y por eso, el contenido no funciona.
Estoy en pro de la experimentación y el “a ver qué pasa”, pero eso debería ser un porcentaje pequeño en una estrategia de contenido (hablando del contenido en sí, porque hacer ‘testing’ en formatos, conversión y demás es ooooootra cosa).
¿Por qué darle más vida al contenido?
El buen contenido cuesta tiempo, dinero y esfuerzo. Una vez que invertiste en él y lo publicas sin un plan para alargar su vida, es como mandarlo a un karaoke sin la letra de la canción.
Alargar la vida del contenido no solo significa distribuir el mismo enlace en todos los canales. Es tener un plan para ajustar y compartir tu pieza a cada canal, además de reutilizarla sabiamente (repurpose it, para mis spanglish speaking friends) en el futuro.
En otras palabras, es hacer una conexión entre todo lo que haces para consolidar tu voz de marca Y (sí, con mayúsculas) para que aproveches tu inversión. De esto también se trata el content design.
Nota: Si te pareció malísima mi metáfora del karaoke, es porque la hice con ChatGPT.
¿Cuánto vive el contenido en redes sociales?
Para asustarte un poco y mostrarte la relación de esfuerzo/impacto de una pieza de contenido, busqué datos sobre cuánto vive el contenido en redes sociales.
Como dicen mis queridos yucatecos, busqué y busqué pero no lo busqué. Lo único que encontré fue este artículo de 2021 de Julia McCoy, de Content Hacker donde compila varias fuentes y muestra una tablita con lo siguiente:
| Red social | Tiempo de vida del contenido |
| TikTok | Unos cuantos minutos |
| De 15 a 20 minutos | |
| 5 horas | |
| De 21 a 48 horas | |
| YouTube | 30 o más días |
| De 4 meses a 1 año | |
| Blog | 2 años |
Podrías hacer tu propio análisis, pero si tomas esa tabla como referencia, notarás que vale la pena armar una estrategia, crear contenido tipo ‘blog’ y usar ese contenido más de una vez.
Con eso no solo tu ROI será mayor, sino que evitarás duplicar esfuerzos o regresar a lo que no funcionó.
En su Newsletter para celebrar 500,000 suscriptores, Lenny Rachitsky dice que hay una gran correlación entre el tiempo que pasa haciendo un post y lo bien que le va.
Si pasamos tanto tiempo y dinero en tener posts, guías, estudios o podcasts, ¿por qué no lo multiplicamos sin hacer otro igual?
Como sea, ¡larga vida al contenido!
