Hace muchas vidas, cuando Twitter era divertido y yo trabajaba en periodismo, tenía un apodo que nadie entendía. Estaba basado en The New Yorker, una de mis revistas favoritas: La reporter.
En lugar del Mistery Man aparecía mi cara de perfil.
Este blog es para hablar de contenido, con un guiño a mi corta vida en las redacciones.